jueves, 15 de diciembre de 2011

Como motivar a los niños a realizar actividades físicas



Como motivar a los niños a realizar actividades físicas


Divido a la situación social del país y a la facilidad que las familias  van  tienen de proveerse tecnología en los hogares  salvadoreños, a los niños de la ciudad cada vez les desagrada realizar algún tipo de actividad física, siendo esta parte esencial de su desarrollo por lo que he decidido escribir sobre cómo podemos motivar a los niños a realizar actividades físicas, referido esencialmente a educadores y padres de familia.
Por Lic. Mario Alexis Ayala P.


¡No ay posibilidad o forma alguna  que usted motive a ningún niño o niña  a realizar actividad física si a usted no le gusta realizar ningún tipo de actividad física, ellos por su misma naturaleza son muy perspectivos y más tarde que temprano descubrirán que los están engañando o no podrá trasmitir el entusiasmo de provoca la práctica deportiva  además que no es posible que a alguien que no le guste o practiqué algún tipo de actividad física   motivé a otro a realizarla no es posible ¡

Cualquiera que observe a los niños en los juegos se da cuenta que la mayoría de ellos son activos por naturaleza y que disfrutan de moverse. Pero lo que no es evidente es que treparse a la parte superior de un tobogán o colgarse de las barras puede llevar a los niños a mantener una vida futura activa.
A medida que crecen, a los niños le resulta difícil encontrar oportunidades para llevar a cabo actividades físicas diariamente.
Esto se debe a que tienen más obligaciones escolares, a la percepción de que no son buenos en los deportes, a falta de modelos y a familias muy ocupadas.
E incluso cuando los niños tienen el deseo y el tiempo para ser activos, los padres no se sienten cómodos dejándolos dar vueltas solos por donde viven, como solían hacer los niños antes. Por lo tanto, las oportunidades son muy limitadas.
A pesar de estas barreras, los padres pueden inculcarle el amor por la actividad física y ayudarlos a incorporar una actividad en sus rutinas diarias.
Al hacer esto, se establecerá un hábito de conducta que durará toda la vida.

Los beneficios de ser activo
Cuando los niños son activos, sus cuerpos responden bien a sus deseos y necesidades. ¿Por qué? Porque el ejercicio que se hace en forma regular proporciona los siguientes beneficios:
·         músculos y huesos más fuertes
·         control del peso
·         reducción del riesgo de contraer diabetes tipo 2
·         mejor dormir
·         mejor actitud ante la vida
Los niños que se mantienen físicamente activos y sanos tienen más posibilidades de estar motivados académicamente, prestar más atención y tener éxito.
 Y la capacidad física aumenta la autoestima a cualquier edad.

¿Qué problemas  le conlleva al  que un niño no realizar  ningún tipo de actividad física?
No alcanzara su pleno desarrollo en la infancia por lo que segura mente le afectara el resto de su vida.
• Sera más propenso a las enfermedades pues la actividad física fortalece el sistema inmunológico.
• Sera tímido y cohibido costándole bastante interrelacionarse con las personas esto debido a que la actividad física es uno de los mejores agentes socializadores creados por el hombre.
• No podrá canalizar sus energías en algo productivo y es muy posible que las termine desembocando en algo que no lo sea.
• No será feliz. Debido a que la actividad física trae consigo a parte de la buena salud satisfacciones y logros a quien la práctica los que en muchos casos perduran por muchos años.
• Al no realizar actividad física el niño los huesos así como los músculos no alcanza la fuerza ni el desarrollo suficiente por lo que el niño tendrá problemas posturales que probablemente le impidan practicar o alcanzar su máximo potencial el deporte o en cualquier etapa de su vida.

¿Qué motiva a los niños a la práctica de actividad física?
Son muchos los beneficios de estar activo físicamente, pero ¿cómo se alienta a los niños a hacerlo? Existen tres claves:
1.      Elegir actividades adecuadas para la edad del niño: Si no lo hace, el niño se puede aburrir y frustrar.

2.      Darles a los niños muchas oportunidades para ser activos: Los niños necesitan que los padres hagan más fácil la tarea de mantenerse activos proporcionando equipos y llevándolos a parques u otros lugares donde puedan realizar actividades físicas.

3.      Hacer que el objetivo principal sea la diversión: Los niños no van a participar de una actividad de la cual no disfrutan.
Cuando los niños disfrutan de una actividad, desean continuarla.
La práctica de una actividad — ya sea nadar o andar en bicicleta — mejora la habilidad del niño y lo ayuda a sentir que ha logrado algo, especialmente cuando los demás lo reconocen y lo elogian.
Esto hace que los niños deseen continuar con la actividad y hasta intenten probar otras.

Actividades adecuadas para la edad
La mejor manera de que los niños hagan actividades físicas es incorporándolas en su rutina diaria.
Los niños pequeños y los de edad preescolar, deben jugar de forma activa varias veces por día. Los niños de entre 6 y 17 años de edad deben hacer por lo menos 60 minutos de ejercicio físico diariamente.
Esto incluye el juego normal diario, el tiempo en el que está activo en la escuela, y la participación en clases o deportes organizados.

A continuación les daré algunos consejos adecuados para la edad
Niños de edad preescolar: 
Los niños de edad preescolar necesitan jugar y hacer ejercicio para continuar desarrollando aptitudes motoras importantes — patear o lanzar una pelota, jugar a la mancha, saltar en un pie, andar en triciclo o bicicleta, bailar o participar de una carrera de obstáculos.
Si bien algunas ligas aceptan a niños de 4 años de edad, no es recomendable inscribir a los niños en deportes de equipo hasta que sean mayores.
Los niños pequeños no son capaces de comprender las reglas complejas del deporte y no pueden mantener la atención por períodos prolongados ni tienen la coordinación necesaria.
En vez de aprender a jugar un deporte, deben practicar aptitudes básicas.

Niños de edad escolar: Dado que los niños pasan cada vez más tiempo en actividades sedentarias como mirar TV o jugar con la computadora, los padres se ven desafiados a ayudarlos a encontrar actividades físicas que les gusten y con las cuales sientan que se desempeñan bien.
 Estas actividades físicas pueden ser desde deportes tradicionales como baseball y basketball, hasta artes marciales, ciclismo, caminatas y jugar en el jardín de su casa.
A medida que los niños aprenden las aptitudes básicas y las reglas simples en los primeros años escolares, es probable que sólo haya unos pocos que se destaquen por su capacidad como atletas.
A medida que los niños crecen, las diferencias en capacidad y personalidad se hacen más evidentes.
El nivel de compromiso y de interés está directamente relacionado con la capacidad del niño.
Por eso es muy importante encontrar una actividad adecuada. Durante estos años, los niños se ven muy ocupados, pero no se olvide de dejar tiempo para el juego no estructurado.

Adolescentes: Los adolescentes cuentan con varias opciones para mantenerse activos — desde deportes ofrecidos en la escuela hasta actividades después del horario escolar, como yoga o andar en monopatín.
Es importante recordar que la actividad física debe planificarse y que por lo general estará intercalada entre otras responsabilidades y compromisos.
Haga lo posible para que su hijo pueda hacer ejercicio, proporcionándole transporte y el equipo necesario (incluyendo indumentaria deportiva).
En algunos casos, contar con la indumentaria y calzado adecuado, ayudará a que el adolescente se sienta cómodo andando en bicicleta o yendo al gimnasio.

Actitud del niño con respecto al ejercicio físico
Además de la edad del niño, es importante tener en cuenta su personalidad y su actitud con respecto a la actividad física.
La combinación de la personalidad, la genética y su capacidad tiene un efecto en la actitud de los niños hacia la participación en un deporte o en una actividad física, especialmente a medida que crecen.

¿Cuál de estos tres tipos de personalidad describe mejor a un niño?
1.      No es un atleta: El niño no posee la capacidad de un atleta, no tiene interés en la actividad física, o ambos.
 
  2. Es un atleta superficial: El niño tiene interés en estar físicamente activo pero no es la estrella del equipo y corre el riesgo de desanimarse al estar en un entorno competitivo.
3.      Es un atleta: El niño tiene la capacidad de un atleta, está comprometido con un deporte o actividad y está dispuesto a aumentar la práctica para competir.
Si usted comprende los tipos de temperamento y la capacidad para los deportes, le será más fácil ayudar a su hijo a elegir una actividad adecuada que pueda disfrutar y que le provea suficiente ejercicio físico.
Algunos niños desean ser los mejores en su deporte, mientras que otros se conforman con simplemente participar en ellos.
El atleta, por ejemplo, tiene deseos de ser parte del equipo de basketball, mientras que el atleta superficial disfruta de tirar pelotas al aro en el recreo de la escuela o en su casa.
Es posible que el niño que no es un atleta, necesite la ayuda y el aliento de los padres para mantenerse activo físicamente. Por eso es importante alentar a los niños para que se mantengan activos, aún si no son los mejores del deporte.
Cualquiera sea su personalidad, todos los niños pueden mantenerse activos y en forma.
La actitud positiva de los padres será de gran ayuda en el caso de los niños que son reacios a hacer ejercicio.
Manténgase activo y apoye los intereses de sus hijos. Si comienzan lo suficientemente temprano, tomarán las actividades físicas como algo normal y divertido de la rutina familiar

La motivación en las clases de Educación Física
Las razones que mueven a un sujeto a involucrarse en una práctica deportiva son, según Antón (1997), muy diversas como por ejemplo, la búsqueda de recompensas, éxito personal, liberación de energía vital, tener relaciones sociales, etc.
Los primeros estudios sobre motivación en el deporte comenzaron en los años 70, según Escartí y Cervelló (1994).
Estos autores citan a Adelman y Wood (1976) en una investigación sobre las razones para hacer deporte, destacando la competencia, estar en forma y la afiliación. Con relación a las razones sobre el abandono de la práctica deportiva, citan a Orlick (1973) quien diferencia entre mayores y menores de 10 años.
En los menores de 10 años los motivos son la falta de juegos o el aburrimiento, mientras que en los mayores son el conflicto de intereses (otras actividades extracurriculares) o la falta de tiempo.
El énfasis en la competición o el rechazo por parte del entrenador son otras razones frecuentes.
Siguiendo a Antón (1997), la motivación es la razón que dirige la conducta, la fuerza y naturaleza del esfuerzo que impulsa al deportista para lograr su objetivo.
Este autor afirma que en el campo del entrenamiento deportivo nos encontramos deportistas con distintos intereses.
Los hay motivados por la necesidad de movimiento y liberación de energía que se satisfacen plenamente con el propio juego, aunque hay que frenar sus ímpetus. Otros buscan la afirmación de sí mismo, a través del éxito personal en cada acción, aunque con el peligro de que tratan de anular al compañero.
Los hay que utilizan el deporte como forma de compensación de fracasos en otras facetas (estudios, familia), buscando el éxito aunque en ocasiones de forma inconstante.
Algunos están motivados exclusivamente por el interés competitivo, buscando la victoria con ahínco en los partidos, pero a veces desmotivándose en los entrenamientos.
Profundizando en los motivos por los que se practica deporte, Bakker y otros (1993) destacan, entre otros: la necesidad de sentirse competente en un determinado comportamiento, necesidad de afiliación (amistades), necesidad de moverse o jugar, salud, etc.
En una comparación entre atletas competitivos y recreativos, en los primeros destaca el rendimiento y la competición como motivaciones más importantes con respecto a los segundos. En los atletas recreativos es mayor el motivo por el recreo, la forma física o la compañía que en los deportistas competitivos.
Estos autores consideran que la motivación hacia el deporte es fundamentalmente intrínseca ya que se suele practicar sin indicios de gratificación externa unida a la conducta.
La figura del entrenador merece una atención especial por la influencia que tiene en la motivación de los deportistas (Martens y otros, 1994).
Su comportamiento puede ser causa para continuar con la práctica o para el abandono.
La credibilidad, la empatía y el poder en el reparto de premios y castigos influyen decisivamente en la motivación de los deportistas.
En definitiva, Knapp (1981) afirma que la motivación es el factor más importante para la adquisición de una habilidad motriz. Escartí y Cervelló (1994) comentan que el entorno del deporte está considerado como una motivación de logro por buscar excelencia, aunque, la influencia del éxito o del fracaso es diferente en cada persona.
Estos autores concluyen que en general, el deporte aumenta el sentimiento de competencia en resultados o juicios tanto en el ámbito cognitivo como social o físico.

 La motivación en las clases de Educación Física
Hemos analizado anteriormente que motivar a la clase es uno de los problemas más significativos de la mayoría de los profesores. Sin embargo, Del Villar (1993) o Sáenz López (1998) muestran cómo en Educación Física los alumnos llegan motivados a las sesiones.
Una de las paradojas de esta área de conocimiento la plantea Del Villar (1993) cuando expone cómo esta motivación llega a ser muy elevada en Primaria debido a la necesidad vital de movimiento que tienen los niños, por lo que se hace complicado canalizar esta excesiva demanda en una estructura organizativa eficaz.
Continúa este autor afirmando que sólo cuando se consigue el control del grupo es posible diseñar organizaciones eficaces que derivarán en una mayor participación del alumnado y, por tanto, en el aumento de la motivación.
Es entonces cuando se presentan las condiciones ideales para conseguir los aprendizajes
En la escuela existen incentivos positivos o negativos, siendo la calificación una motivación externa que puede estimular la participación en clase (Bakker y otros, 1993).
Sin embargo, estos y otros autores recomiendan utilizarla en positivo y nunca como amenaza. Siguiendo a Escartí y Cervelló (1994), en Educación Física podemos aplicar numerosos refuerzos tangibles (trofeos, regalos, etc.) o psicológicos (autoestima, prestigio, etc.).
El juego se convierte en un medio de aprendizaje y de motivación que va a resultar muy útil en las clases de Educación Física, particularmente en Infantil y Primaria, pero también en Secundaria (Fernández y otros, 1993). Knapp (1981) añade que las situaciones competitivas aumentan la motivación de los participantes por lo que, si son tratadas de forma educativa, resultarán muy adecuadas.
Los niños pequeños se motivan a través de situaciones lúdicas mientras que a los niños de más edad (a partir de los 11 12 años) también les gusta que se reconozca su perfección en los movimientos, es decir que cuanta más habilidad logre más se motivará hacia la tarea (Knapp, 1981).

Problemas y satisfacciones de la motivación en Primaria
Las peculiaridades de la motivación en las clases de Educación Física en Primaria fue uno de los resultados del estudio sobre la formación de maestros principiantes de E.F. en el que se buscaba conocer cuáles eran los problemas más significativos de estos docentes y diseñar un curso para actuar sobre los mismos (Sáenz López, 1988).

¿Qué criterios debe seguir un niño para elegir un deporte?
La motivación debe dictar la elección de una actividad deportiva. Lo primordial es que al niño le guste ese deporte y darse la oportunidad de explorar barias acciones
Los padres le pueden animar a practicarlo, pero nunca obligarle.
Es normal que a un niño le llame la atención un determinado deporte influido por sus amigos o por los medios de comunicación.
¿Qué niño no quiere ser piloto de Fórmula 1 o ciclista cada verano del tour o futbolista en la final de la Champions League? Debemos por lo tanto atender a los gustos del niño, pero siempre tratando de tener en cuenta otros criterios de elección.
• La cercanía de las instalaciones o polideportivos es un condicionante si el niño va a practicar un deporte con frecuencia.
• El carácter del pequeño, es otro factor importante; si un niño es tímido, por ejemplo, deberá ser orientado hacia deportes de equipo como el baloncesto, en el que no sea necesario que esté solo en una cancha.
• A los niños agresivos se les aconseja los deportes de combate como el karate “muy masificado en nuestro país”, que le permitan luchar y canalizar su energía por medio de un juego con reglas.
• Las el arraigó cultural que el deporte puede tener en la zona geográfica o grupo social cercano al niño.
• El costo económico para sus  que la práctica de ese deporte le puede traer a la familia del niño
 
¿Existen deportes particularmente adaptados a cada edad del niño?
Todos los deportes son buenos independientemente de la edad.
El único contraindicado es la musculación, ya que puede dañar los cartílagos, en plena fase de desarrollo.

“no debemos hablar de deporte propiamente dicho al referirnos a niños de hasta 6 años, sino de actividades en las que el pequeño desarrolle toda su movilidad muscular: carreras, saltos, equilibrios, actividades acuáticas… pero siempre de una forma lúdica y adaptada y nunca como una competición deportiva”.

Sí aconseja, en cambio, realizar una actividad física “cuanto antes mejor, pero variada y lúdica, adaptada a la morfología y fisiología del niño”.
Si bien existen deportes en los que un niño puede iniciarse a una edad más temprana, la gimnasia o la natación son más fáciles para un niño pequeño, pero cada uno tiene unas características que le dotan de unas ventajas sobre otros.

El primer contacto de los niños con el deporte debe hacerse desde el juego: “siempre que se enseñe de una forma lúdica y divertida, adecuada a cada nivel y edad, la actitud de los niños ante el deporte es muy positiva, ya que les apetece mucho aprender”. 
“Todo se aprende a través del juego, pero no se trata simplemente de jugar ya que si no, cuando se hacen mayores, los niños no evolucionan más”.

Sin embargo es cierto que muchos niños desarrollan muy pronto unas aptitudes que hacen que demanden la práctica de un deporte antes que otros incluso en estos casos el niño también “debe desarrollarse en el juego al principio, después podrá ejecutar actividades pre deportivas, continuar realizando varios deportes a la vez y finalizar con la especialización en uno solo, que nunca debería realizarse hasta que el niño resulte enriquecido motrizmente con juegos y actividades físicas”.
Los profesionales de la Educación Física se encargarán de orientarlos hacia la especialidad deportiva en la que el niño pueda destacar, pero aclara que “una especialidad reglada y competitiva nunca debe plantearse antes de haber adquirido una madurez fisiológica y motriz, esto es, antes de los 11 años”.

La actividad física de alta competición requiere un compromiso permanente del niño con el entrenamiento, el juego que éste realiza inicialmente deja de serlo para convertirse en una obligación, los horarios son estrictos y las lesiones se convierten en parte de su vida.
En estos casos los niños que no están preparados psicológicamente pueden presentar traumas, muchas veces son reforzados por las ansias de triunfo de algunos padres o entrenadores que deberán preguntarse si están dispuestos a asumir estos riesgos.
 Estos niños deben tener algo más que talento para el deporte: “No sólo tienen que despuntar físicamente.
Generalmente son más maduros mentalmente.
Y más que aptitudes físicas estos niños tienen en común es tesón”.


¿Qué deporte es bueno para cada edad?
Son deportes de equipo que desarrollan la velocidad, la resistencia, la coordinación de movimientos, las reglas, el respeto al adversario y el trabajo en equipo. Se recomienda iniciarse a partir de los 5 años (baby-basket, fútbol)

Natación
Suele ser el deporte más adecuado para niños de muy corta edad
Mientras el niño no tenga edad suficiente para jugar a otras actividades, el agua se presenta muy accesible, ya que no hace daño, mantiene su peso y puede desplazarse por sí mismo aunque todavía no se mantenga en pie en tierra firme. Noemí Suriol, es consciente del peligro que entraña el medio acuático, por eso trata de inculcar la importancia de “que el niño aprenda a comportarse frente a este medio, que reconozca sus límites y desarrolle el sentido de la prudencia”. Pero enumera los beneficios de esta actividad: “Los bebés desarrollan toda su psicomotricidad en el agua. Aquí aumenta su equilibrio, los reflejos y se enriquece la seguridad en sí mismo”.
En cuanto a la edad idónea para la natación matiza: “La natación, saber nadar con estilos, se puede iniciar a partir de los 4 años. Antes pueden aprender a desplazarse y a comportarse frente al medio”.


Ciclismo
Es idóneo para desarrollar la resistencia cardiovascular del niño y reforzar sus músculos y las articulaciones de sus miembros inferiores.
Es a partir de los 4 ó 5 años cuando los niños aprenden a montar en bicicleta, y aunque no podrá apuntarse a una escuela hasta más adelante, sí podrá iniciarse en sus primeras travesías.


Judo y en general los deportes de contacto           
Son deportes de combate, que desarrollan la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio y el carácter.
Permiten a niños hiperactivos canalizar su energía y agresividad. Les enseña a defenderse, por lo que les aporta confianza y seguridad. Favorece la disciplina y el respeto por el adversario. Puede comenzar a practicarse a partir de los 5 años, en el marco de una práctica lúdica.

Gimnasia
Tiene varias disciplinas (rítmica, acrobática, artística, aeróbic…). Es un deporte muy completo que permite un desarrollo armonioso de todo el cuerpo. Se recomienda comenzar su entrenamiento a partir de los 3 años, siempre y cuando los padres estén informados de que esas clases no son de gimnasia específica, si no clases de psicomotricidad, dónde se trabajan más las aptitudes de coordinación de forma lúdica. Si bien, Barberá, al frente de la Escuela Madrileña de Gimnasia afirma que “cuando un padre se percate de que su hijo tiene aptitudes da igual la edad que tenga. Hay que empezar cuanto antes. Aunque evidentemente el sistema de entrenamiento es distinto y adaptado a la condición física y a la edad, pero cuanto antes se inicie en la gimnasia federada mejor, porque se podrá ‘moldear’ su cuerpo hacia el objetivo que se quiera marcar”.

Tenis
Desarrolla la coordinación, la resistencia, la velocidad. Agudiza los reflejos y mejora la concentración. Se puede empezar a pelotear a partir de los 5 años en canchas de dimensiones adaptadas a niños pequeños

Danza
Existen diferentes tipos y disciplinas. Es uno de los deportes más completos en cuanto que ejercita armónicamente todo el cuerpo. Desarrolla la flexibilidad, el sentido del ritmo, la coordinación de los movimientos, etc. Inculca disciplina y autocontrol. Pueden iniciarse a los 3 ó 4 años de edad.

Nota: Siempre he sido defensor que a nuestros niño o chicos el sistema educativo formal de nuestro país debería de proveerles a demás le todos aquellos conocimientos culturales  necesarios, para entregarse a la sociedad y serle productivo, el interés y el amor asía las diferentes manifestaciones artísticas “de las cuales y afortunadamente en el salvador hemos tenidos y tenemos excelentes exponentes”.
Así como las más diversas manifestaciones de la actividad física, esto estoy convencido que implica un enorme esfuerzo como sociedad, lo cual sería una inversión dado el alto costo que como sociedad estamos pagando, tanto en vidas humanas, desmembramiento de tejido familiar, poca inversión interna como interna (es muy difícil para cualquier persona o empresa crear fuentes de empleó en un país tan violento) y la poca productividad social  que por la actual situación de violencia tenemos.


Sugerencias y/o comentario favor envíemelas a las siguientes direcciones electrónicas

mayalapaniaqua@gmail.com,     marioalexis77@hotmail.com
http://alexis-mimundomiespacio.blogspot.com


  San Salvador 15 de diciembre de 2011



Como motivar a los niños a realizar actividades físicas
Divido a la situación social del país y a la facilidad que las familias  van  tienen de proveerse tecnología en los hogares  salvadoreños, a los niños de la ciudad cada vez les desagrada realizar algún tipo de actividad física, siendo esta parte esencial de su desarrollo por lo que he decidido escribir sobre cómo podemos motivar a los niños a realizar actividades físicas, referido esencialmente a educadores y padres de familia.
Por Lic. Mario Alexis Ayala P.


¡No ay posibilidad o forma alguna  que usted motive a ningún niño o niña  a realizar actividad física si a usted no le gusta realizar ningún tipo de actividad física, ellos por su misma naturaleza son muy perspectivos y más tarde que temprano descubrirán que los están engañando o no podrá trasmitir el entusiasmo de provoca la práctica deportiva  además que no es posible que a alguien que no le guste o practiqué algún tipo de actividad física   motivé a otro a realizarla no es posible ¡

Cualquiera que observe a los niños en los juegos se da cuenta que la mayoría de ellos son activos por naturaleza y que disfrutan de moverse. Pero lo que no es evidente es que treparse a la parte superior de un tobogán o colgarse de las barras puede llevar a los niños a mantener una vida futura activa.
A medida que crecen, a los niños le resulta difícil encontrar oportunidades para llevar a cabo actividades físicas diariamente.
Esto se debe a que tienen más obligaciones escolares, a la percepción de que no son buenos en los deportes, a falta de modelos y a familias muy ocupadas.
E incluso cuando los niños tienen el deseo y el tiempo para ser activos, los padres no se sienten cómodos dejándolos dar vueltas solos por donde viven, como solían hacer los niños antes. Por lo tanto, las oportunidades son muy limitadas.
A pesar de estas barreras, los padres pueden inculcarle el amor por la actividad física y ayudarlos a incorporar una actividad en sus rutinas diarias.
Al hacer esto, se establecerá un hábito de conducta que durará toda la vida.

Los beneficios de ser activo
Cuando los niños son activos, sus cuerpos responden bien a sus deseos y necesidades. ¿Por qué? Porque el ejercicio que se hace en forma regular proporciona los siguientes beneficios:
·         músculos y huesos más fuertes
·         control del peso
·         reducción del riesgo de contraer diabetes tipo 2
·         mejor dormir
·         mejor actitud ante la vida
Los niños que se mantienen físicamente activos y sanos tienen más posibilidades de estar motivados académicamente, prestar más atención y tener éxito.
 Y la capacidad física aumenta la autoestima a cualquier edad.

¿Qué problemas  le conlleva al  que un niño no realizar  ningún tipo de actividad física?
No alcanzara su pleno desarrollo en la infancia por lo que segura mente le afectara el resto de su vida.
• Sera más propenso a las enfermedades pues la actividad física fortalece el sistema inmunológico.
• Sera tímido y cohibido costándole bastante interrelacionarse con las personas esto debido a que la actividad física es uno de los mejores agentes socializadores creados por el hombre.
• No podrá canalizar sus energías en algo productivo y es muy posible que las termine desembocando en algo que no lo sea.
• No será feliz. Debido a que la actividad física trae consigo a parte de la buena salud satisfacciones y logros a quien la práctica los que en muchos casos perduran por muchos años.
• Al no realizar actividad física el niño los huesos así como los músculos no alcanza la fuerza ni el desarrollo suficiente por lo que el niño tendrá problemas posturales que probablemente le impidan practicar o alcanzar su máximo potencial el deporte o en cualquier etapa de su vida.

¿Qué motiva a los niños a la práctica de actividad física?
Son muchos los beneficios de estar activo físicamente, pero ¿cómo se alienta a los niños a hacerlo? Existen tres claves:
1.      Elegir actividades adecuadas para la edad del niño: Si no lo hace, el niño se puede aburrir y frustrar.
2.      Darles a los niños muchas oportunidades para ser activos: Los niños necesitan que los padres hagan más fácil la tarea de mantenerse activos proporcionando equipos y llevándolos a parques u otros lugares donde puedan realizar actividades físicas.
3.      Hacer que el objetivo principal sea la diversión: Los niños no van a participar de una actividad de la cual no disfrutan.
Cuando los niños disfrutan de una actividad, desean continuarla.
La práctica de una actividad — ya sea nadar o andar en bicicleta — mejora la habilidad del niño y lo ayuda a sentir que ha logrado algo, especialmente cuando los demás lo reconocen y lo elogian.
Esto hace que los niños deseen continuar con la actividad y hasta intenten probar otras.

Actividades adecuadas para la edad
La mejor manera de que los niños hagan actividades físicas es incorporándolas en su rutina diaria.
Los niños pequeños y los de edad preescolar, deben jugar de forma activa varias veces por día. Los niños de entre 6 y 17 años de edad deben hacer por lo menos 60 minutos de ejercicio físico diariamente.
Esto incluye el juego normal diario, el tiempo en el que está activo en la escuela, y la participación en clases o deportes organizados.

A continuación les daré algunos consejos adecuados para la edad
Niños de edad preescolar: 
Los niños de edad preescolar necesitan jugar y hacer ejercicio para continuar desarrollando aptitudes motoras importantes — patear o lanzar una pelota, jugar a la mancha, saltar en un pie, andar en triciclo o bicicleta, bailar o participar de una carrera de obstáculos.
Si bien algunas ligas aceptan a niños de 4 años de edad, no es recomendable inscribir a los niños en deportes de equipo hasta que sean mayores.
Los niños pequeños no son capaces de comprender las reglas complejas del deporte y no pueden mantener la atención por períodos prolongados ni tienen la coordinación necesaria.
En vez de aprender a jugar un deporte, deben practicar aptitudes básicas.
Niños de edad escolar: Dado que los niños pasan cada vez más tiempo en actividades sedentarias como mirar TV o jugar con la computadora, los padres se ven desafiados a ayudarlos a encontrar actividades físicas que les gusten y con las cuales sientan que se desempeñan bien.
 Estas actividades físicas pueden ser desde deportes tradicionales como baseball y basketball, hasta artes marciales, ciclismo, caminatas y jugar en el jardín de su casa.
A medida que los niños aprenden las aptitudes básicas y las reglas simples en los primeros años escolares, es probable que sólo haya unos pocos que se destaquen por su capacidad como atletas.
A medida que los niños crecen, las diferencias en capacidad y personalidad se hacen más evidentes.
El nivel de compromiso y de interés está directamente relacionado con la capacidad del niño.
Por eso es muy importante encontrar una actividad adecuada. Durante estos años, los niños se ven muy ocupados, pero no se olvide de dejar tiempo para el juego no estructurado.
Adolescentes: Los adolescentes cuentan con varias opciones para mantenerse activos — desde deportes ofrecidos en la escuela hasta actividades después del horario escolar, como yoga o andar en monopatín.
Es importante recordar que la actividad física debe planificarse y que por lo general estará intercalada entre otras responsabilidades y compromisos.
Haga lo posible para que su hijo pueda hacer ejercicio, proporcionándole transporte y el equipo necesario (incluyendo indumentaria deportiva).
En algunos casos, contar con la indumentaria y calzado adecuado, ayudará a que el adolescente se sienta cómodo andando en bicicleta o yendo al gimnasio.

Actitud del niño con respecto al ejercicio físico
Además de la edad del niño, es importante tener en cuenta su personalidad y su actitud con respecto a la actividad física.
La combinación de la personalidad, la genética y su capacidad tiene un efecto en la actitud de los niños hacia la participación en un deporte o en una actividad física, especialmente a medida que crecen.

¿Cuál de estos tres tipos de personalidad describe mejor a un niño?
1.      No es un atleta: El niño no posee la capacidad de un atleta, no tiene interés en la actividad física, o ambos.
2.      Es un atleta superficial: El niño tiene interés en estar físicamente activo pero no es la estrella del equipo y corre el riesgo de desanimarse al estar en un entorno competitivo.
3.      Es un atleta: El niño tiene la capacidad de un atleta, está comprometido con un deporte o actividad y está dispuesto a aumentar la práctica para competir.
Si usted comprende los tipos de temperamento y la capacidad para los deportes, le será más fácil ayudar a su hijo a elegir una actividad adecuada que pueda disfrutar y que le provea suficiente ejercicio físico.
Algunos niños desean ser los mejores en su deporte, mientras que otros se conforman con simplemente participar en ellos.
El atleta, por ejemplo, tiene deseos de ser parte del equipo de basketball, mientras que el atleta superficial disfruta de tirar pelotas al aro en el recreo de la escuela o en su casa.
Es posible que el niño que no es un atleta, necesite la ayuda y el aliento de los padres para mantenerse activo físicamente. Por eso es importante alentar a los niños para que se mantengan activos, aún si no son los mejores del deporte.
Cualquiera sea su personalidad, todos los niños pueden mantenerse activos y en forma.
La actitud positiva de los padres será de gran ayuda en el caso de los niños que son reacios a hacer ejercicio.
Manténgase activo y apoye los intereses de sus hijos. Si comienzan lo suficientemente temprano, tomarán las actividades físicas como algo normal y divertido de la rutina familiar

La motivación en las clases de Educación Física
Las razones que mueven a un sujeto a involucrarse en una práctica deportiva son, según Antón (1997), muy diversas como por ejemplo, la búsqueda de recompensas, éxito personal, liberación de energía vital, tener relaciones sociales, etc.
Los primeros estudios sobre motivación en el deporte comenzaron en los años 70, según Escartí y Cervelló (1994).
Estos autores citan a Adelman y Wood (1976) en una investigación sobre las razones para hacer deporte, destacando la competencia, estar en forma y la afiliación. Con relación a las razones sobre el abandono de la práctica deportiva, citan a Orlick (1973) quien diferencia entre mayores y menores de 10 años.
En los menores de 10 años los motivos son la falta de juegos o el aburrimiento, mientras que en los mayores son el conflicto de intereses (otras actividades extracurriculares) o la falta de tiempo.
El énfasis en la competición o el rechazo por parte del entrenador son otras razones frecuentes.
Siguiendo a Antón (1997), la motivación es la razón que dirige la conducta, la fuerza y naturaleza del esfuerzo que impulsa al deportista para lograr su objetivo.
Este autor afirma que en el campo del entrenamiento deportivo nos encontramos deportistas con distintos intereses.
Los hay motivados por la necesidad de movimiento y liberación de energía que se satisfacen plenamente con el propio juego, aunque hay que frenar sus ímpetus. Otros buscan la afirmación de sí mismo, a través del éxito personal en cada acción, aunque con el peligro de que tratan de anular al compañero.
Los hay que utilizan el deporte como forma de compensación de fracasos en otras facetas (estudios, familia), buscando el éxito aunque en ocasiones de forma inconstante.
Algunos están motivados exclusivamente por el interés competitivo, buscando la victoria con ahínco en los partidos, pero a veces desmotivándose en los entrenamientos.
Profundizando en los motivos por los que se practica deporte, Bakker y otros (1993) destacan, entre otros: la necesidad de sentirse competente en un determinado comportamiento, necesidad de afiliación (amistades), necesidad de moverse o jugar, salud, etc.
En una comparación entre atletas competitivos y recreativos, en los primeros destaca el rendimiento y la competición como motivaciones más importantes con respecto a los segundos. En los atletas recreativos es mayor el motivo por el recreo, la forma física o la compañía que en los deportistas competitivos.
Estos autores consideran que la motivación hacia el deporte es fundamentalmente intrínseca ya que se suele practicar sin indicios de gratificación externa unida a la conducta.
La figura del entrenador merece una atención especial por la influencia que tiene en la motivación de los deportistas (Martens y otros, 1994).
Su comportamiento puede ser causa para continuar con la práctica o para el abandono.
La credibilidad, la empatía y el poder en el reparto de premios y castigos influyen decisivamente en la motivación de los deportistas.
En definitiva, Knapp (1981) afirma que la motivación es el factor más importante para la adquisición de una habilidad motriz. Escartí y Cervelló (1994) comentan que el entorno del deporte está considerado como una motivación de logro por buscar excelencia, aunque, la influencia del éxito o del fracaso es diferente en cada persona.
Estos autores concluyen que en general, el deporte aumenta el sentimiento de competencia en resultados o juicios tanto en el ámbito cognitivo como social o físico.

 La motivación en las clases de Educación Física
Hemos analizado anteriormente que motivar a la clase es uno de los problemas más significativos de la mayoría de los profesores. Sin embargo, Del Villar (1993) o Sáenz López (1998) muestran cómo en Educación Física los alumnos llegan motivados a las sesiones.
Una de las paradojas de esta área de conocimiento la plantea Del Villar (1993) cuando expone cómo esta motivación llega a ser muy elevada en Primaria debido a la necesidad vital de movimiento que tienen los niños, por lo que se hace complicado canalizar esta excesiva demanda en una estructura organizativa eficaz.
Continúa este autor afirmando que sólo cuando se consigue el control del grupo es posible diseñar organizaciones eficaces que derivarán en una mayor participación del alumnado y, por tanto, en el aumento de la motivación.
Es entonces cuando se presentan las condiciones ideales para conseguir los aprendizajes
En la escuela existen incentivos positivos o negativos, siendo la calificación una motivación externa que puede estimular la participación en clase (Bakker y otros, 1993).
Sin embargo, estos y otros autores recomiendan utilizarla en positivo y nunca como amenaza. Siguiendo a Escartí y Cervelló (1994), en Educación Física podemos aplicar numerosos refuerzos tangibles (trofeos, regalos, etc.) o psicológicos (autoestima, prestigio, etc.).
El juego se convierte en un medio de aprendizaje y de motivación que va a resultar muy útil en las clases de Educación Física, particularmente en Infantil y Primaria, pero también en Secundaria (Fernández y otros, 1993). Knapp (1981) añade que las situaciones competitivas aumentan la motivación de los participantes por lo que, si son tratadas de forma educativa, resultarán muy adecuadas.
Los niños pequeños se motivan a través de situaciones lúdicas mientras que a los niños de más edad (a partir de los 11 12 años) también les gusta que se reconozca su perfección en los movimientos, es decir que cuanta más habilidad logre más se motivará hacia la tarea (Knapp, 1981).

Problemas y satisfacciones de la motivación en Primaria
Las peculiaridades de la motivación en las clases de Educación Física en Primaria fue uno de los resultados del estudio sobre la formación de maestros principiantes de E.F. en el que se buscaba conocer cuáles eran los problemas más significativos de estos docentes y diseñar un curso para actuar sobre los mismos (Sáenz López, 1988).

¿Qué criterios debe seguir un niño para elegir un deporte?
La motivación debe dictar la elección de una actividad deportiva. Lo primordial es que al niño le guste ese deporte y darse la oportunidad de explorar barias acciones
Los padres le pueden animar a practicarlo, pero nunca obligarle.
Es normal que a un niño le llame la atención un determinado deporte influido por sus amigos o por los medios de comunicación.
¿Qué niño no quiere ser piloto de Fórmula 1 o ciclista cada verano del tour o futbolista en la final de la Champions League? Debemos por lo tanto atender a los gustos del niño, pero siempre tratando de tener en cuenta otros criterios de elección.
• La cercanía de las instalaciones o polideportivos es un condicionante si el niño va a practicar un deporte con frecuencia.
• El carácter del pequeño, es otro factor importante; si un niño es tímido, por ejemplo, deberá ser orientado hacia deportes de equipo como el baloncesto, en el que no sea necesario que esté solo en una cancha.
• A los niños agresivos se les aconseja los deportes de combate como el karate “muy masificado en nuestro país”, que le permitan luchar y canalizar su energía por medio de un juego con reglas.
• Las el arraigó cultural que el deporte puede tener en la zona geográfica o grupo social cercano al niño.
• El costo económico para sus  que la práctica de ese deporte le puede traer a la familia del niño
 
¿Existen deportes particularmente adaptados a cada edad del niño?
Todos los deportes son buenos independientemente de la edad.
El único contraindicado es la musculación, ya que puede dañar los cartílagos, en plena fase de desarrollo.

“no debemos hablar de deporte propiamente dicho al referirnos a niños de hasta 6 años, sino de actividades en las que el pequeño desarrolle toda su movilidad muscular: carreras, saltos, equilibrios, actividades acuáticas… pero siempre de una forma lúdica y adaptada y nunca como una competición deportiva”.
Sí aconseja, en cambio, realizar una actividad física “cuanto antes mejor, pero variada y lúdica, adaptada a la morfología y fisiología del niño”.
Si bien existen deportes en los que un niño puede iniciarse a una edad más temprana, la gimnasia o la natación son más fáciles para un niño pequeño, pero cada uno tiene unas características que le dotan de unas ventajas sobre otros.

El primer contacto de los niños con el deporte debe hacerse desde el juego: “siempre que se enseñe de una forma lúdica y divertida, adecuada a cada nivel y edad, la actitud de los niños ante el deporte es muy positiva, ya que les apetece mucho aprender”. 
“Todo se aprende a través del juego, pero no se trata simplemente de jugar ya que si no, cuando se hacen mayores, los niños no evolucionan más”.
Sin embargo es cierto que muchos niños desarrollan muy pronto unas aptitudes que hacen que demanden la práctica de un deporte antes que otros incluso en estos casos el niño también “debe desarrollarse en el juego al principio, después podrá ejecutar actividades pre deportivas, continuar realizando varios deportes a la vez y finalizar con la especialización en uno solo, que nunca debería realizarse hasta que el niño resulte enriquecido motrizmente con juegos y actividades físicas”.
Los profesionales de la Educación Física se encargarán de orientarlos hacia la especialidad deportiva en la que el niño pueda destacar, pero aclara que “una especialidad reglada y competitiva nunca debe plantearse antes de haber adquirido una madurez fisiológica y motriz, esto es, antes de los 11 años”.

La actividad física de alta competición requiere un compromiso permanente del niño con el entrenamiento, el juego que éste realiza inicialmente deja de serlo para convertirse en una obligación, los horarios son estrictos y las lesiones se convierten en parte de su vida.
En estos casos los niños que no están preparados psicológicamente pueden presentar traumas, muchas veces son reforzados por las ansias de triunfo de algunos padres o entrenadores que deberán preguntarse si están dispuestos a asumir estos riesgos.
 Estos niños deben tener algo más que talento para el deporte: “No sólo tienen que despuntar físicamente.
Generalmente son más maduros mentalmente.
Y más que aptitudes físicas estos niños tienen en común es tesón”.


¿Qué deporte es bueno para cada edad?
Son deportes de equipo que desarrollan la velocidad, la resistencia, la coordinación de movimientos, las reglas, el respeto al adversario y el trabajo en equipo. Se recomienda iniciarse a partir de los 5 años (baby-basket, fútbol)

Natación
Suele ser el deporte más adecuado para niños de muy corta edad. Mientras el niño no tenga edad suficiente para jugar a otras actividades, el agua se presenta muy accesible, ya que no hace daño, mantiene su peso y puede desplazarse por sí mismo aunque todavía no se mantenga en pie en tierra firme. Noemí Suriol, es consciente del peligro que entraña el medio acuático, por eso trata de inculcar la importancia de “que el niño aprenda a comportarse frente a este medio, que reconozca sus límites y desarrolle el sentido de la prudencia”. Pero enumera los beneficios de esta actividad: “Los bebés desarrollan toda su psicomotricidad en el agua. Aquí aumenta su equilibrio, los reflejos y se enriquece la seguridad en sí mismo”.
En cuanto a la edad idónea para la natación matiza: “La natación, saber nadar con estilos, se puede iniciar a partir de los 4 años. Antes pueden aprender a desplazarse y a comportarse frente al medio”.


Ciclismo
Es idóneo para desarrollar la resistencia cardiovascular del niño y reforzar sus músculos y las articulaciones de sus miembros inferiores.
Es a partir de los 4 ó 5 años cuando los niños aprenden a montar en bicicleta, y aunque no podrá apuntarse a una escuela hasta más adelante, sí podrá iniciarse en sus primeras travesías.


Judo y en general los deportes de contacto           
Son deportes de combate, que desarrollan la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio y el carácter.
Permiten a niños hiperactivos canalizar su energía y agresividad. Les enseña a defenderse, por lo que les aporta confianza y seguridad. Favorece la disciplina y el respeto por el adversario. Puede comenzar a practicarse a partir de los 5 años, en el marco de una práctica lúdica.

Gimnasia
Tiene varias disciplinas (rítmica, acrobática, artística, aeróbic…). Es un deporte muy completo que permite un desarrollo armonioso de todo el cuerpo. Se recomienda comenzar su entrenamiento a partir de los 3 años, siempre y cuando los padres estén informados de que esas clases no son de gimnasia específica, si no clases de psicomotricidad, dónde se trabajan más las aptitudes de coordinación de forma lúdica. Si bien, Barberá, al frente de la Escuela Madrileña de Gimnasia afirma que “cuando un padre se percate de que su hijo tiene aptitudes da igual la edad que tenga. Hay que empezar cuanto antes. Aunque evidentemente el sistema de entrenamiento es distinto y adaptado a la condición física y a la edad, pero cuanto antes se inicie en la gimnasia federada mejor, porque se podrá ‘moldear’ su cuerpo hacia el objetivo que se quiera marcar”.

Tenis
Desarrolla la coordinación, la resistencia, la velocidad. Agudiza los reflejos y mejora la concentración. Se puede empezar a pelotear a partir de los 5 años en canchas de dimensiones adaptadas a niños pequeños

Danza
Existen diferentes tipos y disciplinas. Es uno de los deportes más completos en cuanto que ejercita armónicamente todo el cuerpo. Desarrolla la flexibilidad, el sentido del ritmo, la coordinación de los movimientos, etc. Inculca disciplina y autocontrol. Pueden iniciarse a los 3 ó 4 años de edad.

Nota: Siempre he sido defensor que a nuestros niño o chicos el sistema educativo formal de nuestro país debería de proveerles a demás le todos aquellos conocimientos culturales  necesarios, para entregarse a la sociedad y serle productivo, el interés y el amor asía las diferentes manifestaciones artísticas “de las cuales y afortunadamente en el salvador hemos tenidos y tenemos excelentes exponentes”.
Así como las más diversas manifestaciones de la actividad física, esto estoy convencido que implica un enorme esfuerzo como sociedad, lo cual sería una inversión dado el alto costo que como sociedad estamos pagando, tanto en vidas humanas, desmembramiento de tejido familiar, poca inversión interna como interna (es muy difícil para cualquier persona o empresa crear fuentes de empleó en un país tan violento) y la poca productividad social  que por la actual situación de violencia tenemos.


Sugerencias y/o comentario favor envíemelas a las siguientes direcciones electrónicas

mayalapaniaqua@gmail.com,     marioalexis77@hotmail.com
http://alexis-mimundomiespacio.blogspot.com


  San Salvador 15 de diciembre de 2011



 
           EL MEJOR EDUCARO FISICO DE TODOS

Esta foto nos enseña que el mejor educador es el que acompaña y enseña a los niños en su proceso no como un adultu si no como un amigo mayor que le enseña, esta foto para mi es de vastante reflecion como educador que soy devido a que me ilustra como es el enfoque educativo que los niños necesitan ( no como el de un payaso como lo demuestra litelmente la foto ) sino que el des estar a la par del niño para acompañarlo en el camino de su formacion, para acer de el un cuen ciudadano y que locre alcanzar sus sus maximas aspiraciones a traves de la educacion.


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