viernes, 11 de septiembre de 2015

Importancia del braseo en el carrera.

Importancia del braseo en el carrera.  
(Los brazos también corren)


Por. Lic./Prof. Mario Alexis Ayala



Correr es mucho más que simplemente avanzar con rapidez asía delante  y en tener buena técnica en las piernas, si no cuidas el movimiento de tus brazos perderás mucha ayuda.
Llevar los brazos casi inmóviles, colgando a los lados del cuerpo, será igual que llevar pesas adicionales.

Debes  de buscar la mayor aerodinámica posible que el movimiento de tus brazos te puedan dar.

Sin embargo, al moverlos con un braceo rítmico, éstos empiezan a ayudar a tus piernas para andar con menor esfuerzo.
Bracear correctamente da mayor estabilidad al correr, le exiges a tu cuerpo un cierto contra-balance entre el esfuerzo de tus muslos y el que hacen tus tríceps (parte posterior del brazo) cuando braceas hacia atrás.
Ante un típico mal paso o irregularidad del camino, es menos probable que caigas.
Debes mantener los codos siempre empujando hacia atrás, nunca permitas que tu codo sobre pase o se anteponga a tu cuerpo, llevando el puño muy hacia arriba, porque eso genera que tus piernas se extiendan de manera excesiva y asiente una pisada con talón, con mayor impacto en la pisada, la cual será ineficiente.
Que tus hombros sean como péndulos libres, no contraigas los músculos de la espalda tratando de mantenerte muy recto o con los brazos lejos de tu cuerpo.
Un braceo forzado pondrá estrés innecesario y gastarás más energía.
Bracea manteniendo los codos en un ángulo de 90º o menos, tus manos nunca deben estar por debajo de tu cintura.
Si corres con los codos en un ángulo mayor la frecuencia del braceo será menor, tu cadencia (frecuencia de paso) será más lenta, y tendrás mayor impacto en los pies, por consiguiente ás probabilidad de dolor en los mismos y una carrera trabajosa y lenta.
Bracea sin cruzar la línea media de tu cuerpo, tu braceo debe ser hacia adelante y hacia atrás, sin movimientos laterales. Cuando corres dando codazos, llevando tus manos a cruzar la 
línea media 




                                           

de tu cuerpo tus caderas y tus pies también siguen a tus brazos en ese movimiento de giro, y eso te hace más propenso a lesiones de caderas, rodillas y espalda baja.
Manos relajadas, no cerradas en un puño. Debes llevar tus manos como si tuvieras un pequeño objeto frágil. Las palmas de tus manos deben mirarse entre sí. 
Es muy común que al irte cansando aprietes los puños, esto produce estrés desde las manos hacia los codos, los hombros, el cuello y cambia toda tu mecánica de correr. Recuerda que en carreras largas es de suma importancia conservar energía, por lo tanto, es una muy buena práctica el que te evalúes de continuo para revisar el estado de toda tu manera de bracear.


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