NECESIDAD
DE LA ENSEÑANZA DEL ARTE EN LOS CENTROS ESCOLARES DE EL SALVADOR
Por: Lic.
Mario Alexis Ayala
El
desarrollo tecnológico esta desarrollando las suicidadas casi que a diario
vemos como las sociedades van creando su propio camino para su desarrollo.
En el
salvador pese a que existe un evidente desarrollo tecnológico.
En lo
cultural se esta replegando nutriendo su propia cultura con patrones culturales de sociedades socialmente
desarrolladas, volviendo a el país mas vulnerable a las transformaciones
sociales y dejando a las actuales y futuras generaciones sin identidad es por
eso que el de este articulo donde planteo la necesidad de incorporal al sistema
educativo nacional las enseñanza de las
artes.
El arte es
una actividad dinámica y unificadora, con un rol potencialmente vital en la
educación de los niños
El dibujo,
la pintura o la construcción constituyen un proceso complejo en el que el niño
reúne diversos elementos de su experiencia para formar un todo con un nuevo
significado.
En el
proceso de seleccionar, interpretar y reafirmar esos elementos, el niño nos da
algo más que un dibujo o una escultura; nos proporciona una parte de sí mismo:
cómo piensa, cómo siente y cómo ve.
La educación
artística, como parte esencial del proceso educativo, puede ser muy buena la
que responda por la diferencia que existe entre un ser humano creador y
sensible y otro que no tenga capacidad para aplicar sus conocimientos, que no
disponga de recursos espirituales y que encuentre dificultades en sus
relaciones con el ambiente.
En un
sistema educacional bien equilibrado se acentúa la importancia del desarrollo
integral de cada individuo, con el fin de que su capacidad creadora potencial
pueda perfeccionarse.
Para el niño el arte es primordialmente, un medio de expresión. Es para ellos, un lenguaje del pensamiento.
Para el niño el arte es primordialmente, un medio de expresión. Es para ellos, un lenguaje del pensamiento.
El niño ve
el mundo de forma diferente y, a medida que crece, su expresión cambia.
El entusiasmo de algunos maestros por la manera intuitiva con que ciertos niños pintan, los lleva a imponerles sus propios esquemas sobre los colores, proporciones y forma de pintar.
El entusiasmo de algunos maestros por la manera intuitiva con que ciertos niños pintan, los lleva a imponerles sus propios esquemas sobre los colores, proporciones y forma de pintar.
La discrepancia
entre los gustos del adulto y el modo en que se expresa el niño es la causa de
la mayoría de las dificultades que surgen y que impiden que el niño utilice el
arte como un verdadero medio de autoexpresión.
Si los niños pudieran desenvolverse sin ninguna interferencia del mundo exterior, no sería necesario proporcionarles estímulo alguno para su trabajo creador. Todo niño emplearía sus impulsos creadores, profundamente arraigados, sin inhibición, seguro de sus propios medios de expresión.
Si los niños pudieran desenvolverse sin ninguna interferencia del mundo exterior, no sería necesario proporcionarles estímulo alguno para su trabajo creador. Todo niño emplearía sus impulsos creadores, profundamente arraigados, sin inhibición, seguro de sus propios medios de expresión.
En educación
artística, el producto final está subordinado al proceso creador.
Lo
importante es el proceso del niño, su pensamiento, sus sentimientos, sus
percepciones, en resumen, sus reacciones frente al medio.
Todo individuo, independientemente del punto en que se encuentre en el proceso de su desarrollo, debe considerarse como un individuo.
Todo individuo, independientemente del punto en que se encuentre en el proceso de su desarrollo, debe considerarse como un individuo.
La expresión
que se manifiesta es un reflejo del niño en su totalidad. Un niño expresa sus
pensamientos, sus sentimientos y sus intereses en los dibujos y pinturas que
realiza, y demuestra el conocimiento que posee del ambiente, por medio de su
expresión creadora.
Aunque, en la educación artística, los patrones artísticos del maestro deban estar subordinados a las necesidades de los niños, eso no significa que los dibujos y pinturas del niño no puedan poseer belleza en sí. Es más, el arte surge a través del proceso artístico.
Aunque, en la educación artística, los patrones artísticos del maestro deban estar subordinados a las necesidades de los niños, eso no significa que los dibujos y pinturas del niño no puedan poseer belleza en sí. Es más, el arte surge a través del proceso artístico.
Si
concentráramos nuestra atención en el producto del arte nos ocuparíamos
primordialmente de hacer objetos hermosos, más que de los efectos de esa elaboración
sobre los niños. La educación artística, por lo tanto, se preocupa
principalmente por el efecto de ese proceso sobre el individuo, mientras que
las llamadas “bellas artes” se preocupan más por los productos resultantes.
Todo instituto de enseñanza debe tratar de estimular a sus alumnos para que se identifiquen con sus propias experiencias, y de animarlos para que se desarrollen en la medida de lo posible los conceptos que expresan sus sentimientos, sus emociones y su propia sensibilidad estética.
Todo instituto de enseñanza debe tratar de estimular a sus alumnos para que se identifiquen con sus propias experiencias, y de animarlos para que se desarrollen en la medida de lo posible los conceptos que expresan sus sentimientos, sus emociones y su propia sensibilidad estética.
El
componente esencial es el niño; un niño que tiene sentimientos, que experimenta
emociones, amor y odio, y que no necesita la figura tiesa que se le puede
enseñar en primer grado, o el diseño abstracto que se le ofrece en la escuela
secundaria. Su expresión tiene para él tanta importancia como para el adulto la
creación artística.
El maestro
debe reconocer que sus experiencias acerca del aprendizaje no le sirven al
niño, pues lo que importa en el proceso educacional es el aprendizaje del niño.
No es la respuesta del adulto sino el esfuerzo del niño para lograr su
respuesta, lo que resulta crucial.
Solamente a
través de los sentidos puede tener lugar el aprendizaje. Esto quizá parezca una
cosa obvia; sin embargo, sus consecuencias aparentemente no se tienen en cuenta
en nuestro sistema educacional.
Es posible
que la educación esté simplemente reflejando los cambios que se producen en
nuestra sociedad, pues parece que el hombre cada vez confía menos en el
contacto real con el ambiente, a través de los sentidos.
El hombre se
está convirtiendo en un observador pasivo de su cultura, antes que en un
constructor activo de ella.
No obstante el hecho de que aprendemos sólo a través de los sentidos, la escuela ha hecho muy poco para educarlos.
No obstante el hecho de que aprendemos sólo a través de los sentidos, la escuela ha hecho muy poco para educarlos.
Además, si
queremos que la escuela sea eficiente y revalorice su prestigio, es necesario
que nos propongamos como uno de los primeros objetivos, el fomentar la
creatividad.
Si nos aferramos al sistema expositivo y repetitivo como recurso casi exclusivo de la enseñanza, seguiremos con la escuela cansina, pasiva y rutinaria, matando la creatividad.
Si nos aferramos al sistema expositivo y repetitivo como recurso casi exclusivo de la enseñanza, seguiremos con la escuela cansina, pasiva y rutinaria, matando la creatividad.
Es
importante fomentar la actitud creadora de los alumnos.
Entre las
aptitudes más enriquecedoras está la creatividad.
La sociedad
reclama creatividad. La consecuencia que para el futuro de la humanidad supone
el cultivo de la creatividad es incalculable.
Es evidente
que la solución de muchísimos problemas humanos depende de la educación. Un
pueblo educado, es un pueblo creativo.
Actualmente,
el propósito fundamental en las escuelas en las que se contempla el arte como
espacio curricular, es el de contribuir a la formación integral de los alumnos
mediante el logro de competencias estético expresiva; desarrollando la
imaginación creadora, con fundamentos éticos y actitud estética. Vivencias procesos
estéticos expresivos para aprender a comunicar y apreciar desde los lenguajes
artísticos.
Los aprendizajes se construyen a partir del desarrollo paulatino de una estética personal e intuitiva para expresarse y comunicarse, canalizando el propio y único modo de percibir y vivenciar la realidad de cada uno. En la medida en que se acrecientan estos saberes, la estética se transforma cada vez más en una construcción consensuada, recuperadora de raíces y socialmente compartida.
Los contenidos o saberes deben ser encarados fundamentalmente, desde su naturaleza procesual, como saberes que posibilitan el desarrollo del mundo interno y de las competencias para interactuar desde él, interpretando y emitiendo mensajes en diferentes lenguajes artísticos, para fortalecer procesos socializados de autoconstrucción y proyección.
Enseñar arte en la escuela es alfabetizar estéticamente. Es desarrollar la competencia estético expresiva con tiempo, paciencia y trabajo sistemático, integrando conceptos, haceres y actitudes que permitan producir y comprender mensajes estéticos desde diferentes lenguajes artísticos, como un modo de posibilitar un desarrollo más integral.
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