miércoles, 4 de enero de 2012

El NIÑO HIPERACTIVO EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS





¡CONOCIENDO Y COMPRENDIENDO AL NIÑO  HIPERACTIVO EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS!

Los educadores parece que estamos destinados nos guste o no a lidiar con niños con trastorno  hiperactividad, por lo que es necesario saber lo más posible de este padecimiento a fin de darle el tratamiento, mas profesional posible en beneficio del niño por lo que a continuación a bordare de forma breve este tema.

Por: Lic. Mario Alexis Ayala Paniagua

¿Qué es la hiperactividad?
La hiperactividad es un trastorno de la conducta en el que los niños desarrollan una gran actividad motora, están en continuo movimiento, sin que exista un motivo particular para ello.
Sin embargo, lo que causa mayores inconvenientes es el déficit de atención que acarrea, pues resulta más difícil de tratar que el exceso de movilidad.

La falta de atención  y la imposibilidad de permanecer quietos en un solo lugar  son dos de los principales rasgos de los niños hiperactivos.
Éstos se distraen fácilmente y están muy vulnerables a encontrar estímulos en todas partes, lo que les impide focalizarse.
Por otra parte, les cuesta seguir las indicaciones que los adultos les proporcionan, dando la impresión de que no están escuchando mientras se les habla.

La hiperactividad causar importantes problemas a nivel educativo
En la institución educativa  puede suceder que los niños hiperactivos tengan muchas tareas sin terminar, porque buscan evitar las situaciones que les demandan mucho esfuerzo mental ha la vez, 

La hiperactividad los vuelve más impulsivos.
Actúan y se expresan sin pensar, no pudiendo medir las consecuencias de sus actos.
Esa impulsividad los mantiene muy activos: les cuesta quedarse quietos o sentados, buscando constantemente correr, saltar y moverse.

La relación de la hiperactividad en niños con los problemas de aprendizaje es estrecha.
Esto se debe a las dificultades perceptivas que poseen, las cuales dificultan el normal procesamiento de la información.
Generalmente, estos niños son desordenados, tienen faltas de ortografía y mala letra, y suelen leer salteándose palabras y líneas enteras.
La hiperactividad en niños es un trastorno con factores de origen genético-hereditarios, vinculados a los niveles bioquímicos del sistema nervioso del niño, por lo que también puede asociarse a cambios bruscos de su entorno familiar ya sea por pérdida, violencia, o alejamiento de uno o más miembros de su entorno familiar más próximo.
Es decir, que los pequeños que padecen este trastorno suelen presentar niveles atípicos de los neurotransmisores que regulan el funcionamiento cerebral, inhibiendo y estimulando distintas acciones.
La detección de la hiperactividad se realiza por medio de una entrevista clínica, que incluye la observación del niño por parte del especialista, ya que no hay exámenes o técnicas específicas que permitan detectar de forma concreta y terminante la hiperactividad. 
O en la mayoría de los casos es evidente dado el comportamiento mencionado en este escrito
Asimismo, para un acertado diagnóstico de este trastorno, la entrevista con el profesional debe ser detallada y en profundidad, contando con la participación de los padres del paciente para indagar acerca del entorno familiar, el funcionamiento social del niño y posibles antecedentes de hiperactividad.
Cuanto más específico sea el cuestionario que se realice, mayor será la posibilidad de descartar otros trastornos distintos a la hiperactividad en niños, pero que pueden compartir algunos síntomas o comportamientos, como ansiedad, depresión o simple mala conducta.
Aunque no existe una cura para este trastorno, la hiperactividad en niños puede ser tratada de distintas formas para que menores se adapten mejor a su entorno.

Principalmente se conocen tres: 
Tratamientos de la hiperactividad: el farmacológico, el de modificación de conducta, y la combinación de ambos.
Para implementar cualquiera de ellos es necesario contar con asesoramiento médico.
 Lo farmacológico.( este debe de ser considerado como ultima opción debido a que este es muy invasivo, para el niño y puede incluso desencadenar otras patologías aguerridas genéticamente)

En la modificación de la conducta. Es indispensable el trabajó en conjunto de los miembros de la familia del niño con trastorno de Hiperactividad y el educador Físico debido a que este puede y tiene la capacidad de  encontrar los centros de interés del niño hiperactivo, y canalizar esta energía al desarrollo de capacidades ya sea en el invitó artístico o deportivo
Por último, y como con cualquier dolencia o trastorno, resulta fundamental el apoyo y la compañía de los seres queridos para poder sobrellevarla mejor.
La contención puede mitigar notablemente los efectos adversos de este trastorno en los niños.

Perfil de un niño hiperactivo
 Estos niños son especialmente problemáticos, malcriados  poseen un espíritu destructivo, son insensibles a los castigos, inquietos y nerviosos.
También son niños difíciles de educar, ya que pocas veces pueden mantener durante mucho tiempo la atención puesta en algo, con lo que suelen tener problemas de rendimiento escolar a pesar de tener un cociente intelectual normal.
Son muy impulsivos y desobedientes, no suelen hacer lo que sus padres o maestros les indican, o incluso hacen lo contrario de lo que se les dice.
Son muy tercos y obstinados, a la vez que tienen un umbral muy bajo de tolerancia a las frustraciones, con lo que insisten mucho hasta lograr lo que desean. (esta es una fortalece que el educador físico utiliza debido a que son tan obstinados que son capaces de sobrepasar sus propias expectativas debidos a que son sumamente obstinados solo necesitan la asesoría de un especialista son capaces de realizar grandes proezas y de sorprender a muchos adultos)  
Esto unido a sus estados de ánimos bruscos e intensos y a su temperamento impulsivo y fácilmente excitable, hace que creen frecuentes tensiones en casa o en él la institución educativa.
 En general, son niños incapaces de estarse quietos en los momentos que es necesario que lo estén.
Un niño, que se mueva mucho a la hora del recreo y en momentos de juego, es normal.
A estos niños, lo que les ocurre es que no se están quietos en clase o en otras tareas concretas.

Los indicadores de hiperactividad según la edad del niño
De 0 a 2 años.
Descargas clónicas durante el sueño, problemas en el ritmo del sueño y durante la comida, períodos cortos de sueño y despertar sobresaltado, resistencia a los cuidados habituales, reactividad elevada a los estímulos auditivos e irritabilidad.
De 2 a 3 años.
 Inmadurez en el lenguaje expresivo, actividad motora excesiva, escasa conciencia de peligro y propensión a sufrir numerosos accidentes.
De 4 a 5 años.
Problemas de adaptación social, desobediencia y dificultades en el seguimiento de normas.
A partir de 6 años.
Impulsividad, déficit de atención, fracasó, comportamientos antisociales y problemas de adaptación social.

Causas de la hiperactividad infantil
La hiperactividad infantil es bastante frecuente.
Se calcula que afecta aproximadamente a un 3 por ciento de los niños menores de siete años y es más común en niños que en niñas (se da en 4 niños por cada niña).
En el año 1914, el doctor Tredgold argumentó que las causas se deben a una disfunción cerebral mínima, una encefalitis letárgica en la cual queda afectada el área del comportamiento, de ahí la consecuente hipercinesia compensatoria; explosividad en la actividad voluntaria, impulsividad orgánica e incapacidad de estarse quietos. 
Posteriormente, en 1937, C. Bradley descubre los efectos terapéuticos de las anfetaminas en los niños hiperactivos.
Basándose en la teoría anterior, les administraba medicaciones estimulantes del cerebro (como la benzedrina), observándose una notable mejoría de los síntomas.
-        Influencia de su entorno.
-        Entorno familiar.
-        Predisposición genética.
-        Uso de medicamentos de madre antes y durante el embarazó
-        Uso de drogas de los padres.
-        Alimentación del niño (poco probable)
-        Consecuencia del uso de medicamentos (se suele dar cuando al niño le dan algún medicamento que no ha sido prescrito por un especialista )

Síntomas en un niño hiperactivo
Los síntomas pueden ser clasificados según el déficit de atención, hiperactividad e impulsividad:
- Dificultad para resistir a la distracción.
- Dificultad para mantener la atención en una tarea larga.
- Dificultad para atender selectivamente.
- Dificultad para explorar estímulos complejos de una manera ordenada.
- Actividad motora excesiva o inapropiada.
- Dificultad para acabar tareas ya empezadas.
- Dificultad para mantenerse sentados y/o quietos en una silla.
- Presencia de conductas disruptivas (con carácter destructivo).
- Incapacidad para inhibir conductas: dicen siempre lo que piensan, no se reprimen.
- Incapacidad para aplazar las cosas gratificantes: no pueden dejar de hacer las cosas que les gusta en primer lugar y aplazan todo lo que pueden los 
deberes y obligaciones. Siempre acaban haciendo primero aquello que quieren.
- Impulsividad cognitiva: precipitación, incluso a nivel de pensamiento. 
En los juegos es fácil ganarles por este motivo, pues no piensan las cosas dos veces antes de actuar, no prevén, e incluso contestan a las preguntas antes de que se formulen.

Consecuencias en la familia con un niño hiperactivo
Los padres suelen definir a un hijo hiperactivo como inmaduro, maleducado y gamberro.
Sus comportamientos generan conflictos en la familia, desaprobación y rechazo.
Son irritantes y frustrantes en cuanto al éxito educativo de los padres, y algunos niños tienden al aislamiento social.
Este trastorno ya se detecta antes de los 7 años y unos tienen síntomas más graves que otros.
Una cosa que hay que tener en cuenta, es que si los padres riñen exageradamente al niño hiperactivo, pueden estar fomentando un déficit de autoestima por su parte (sobre todo si lo critican por todo lo que hace) y realimentan el trastorno, ya que el pequeño acabará por no esforzarse por portarse bien, pues verá que siempre acaban regañándole haga lo que haga.

Tratamiento de la hiperactividad en niños
El tratamiento depende de cada caso individual. El tratamiento farmacológico más utilizado son los estimulantes, que sirven para ayudar a que el niño pueda concentrarse mejor, y los sedantes en el caso de que el niño muestre rasgos psicóticos. 
El tratamiento psicoterapéutico está destinado a mejorar el ambiente familiar y escolar, favoreciendo una mejor integración del niño a la vez, que se le aplican técnicas de modificación de conducta.
El tratamiento cognitivo se basa en el planteamiento de la realización de tareas, donde el niño aprende a planificar sus actos y mejora su lenguaje interno.
A partir de los 7 años, el lenguaje interno asume un papel de autorregulación, que estos niños no tienen tan desarrollado.
Para la realización de cualquier tarea se le enseña a valorar primero todas las posibilidades de la misma, a concentrarse y a comprobar los resultados parciales y globales una vez finalizada.

NOTA: En cuanto este tema ay mucho más para tratar lo que les he dicho anteriormente, es solo un marco referencial del tema existen incluso libros especializados.  

Ya saben sugerencias y/o comentarios favor  enviármelas a las siguientes direcciones de correos electrónicos.


San Salvador 04 de Enero de 2012

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