sábado, 24 de marzo de 2012

San Romero



LEGADO DE  SAN ROMERO DE AMERICA EN LA ACTUALIDAD.



Por: Lic. Mario Alexis Ayala P.

 Hace 32 años, el 24 de marzo de 1980, el Arzobispo de El Salvador, de ese entonces Monseñor Oscar Arnulfo Romero, fue asesinado en el marco de la ofensiva militar del Frente Farabundo Martí para la liberación Nacional, FMLN.
Dos días antes, durante su homilía dominical, el prelado católico había incitado a los soldados del ejército a desobedecer las órdenes de sus jefes pidiendo que cesara el fuego, en una alusión a la respuesta que el ejército estaba dando a la la acción guerrillera del FMLN.
La izquierda revolucionaria responsabilizó desde un principio al dirigente de la derecha Mayor Roberto dAbuisson primero como autor material y después de cómo autor intelectual del crimen.
Hasta ahora sigue siendo considerado como el crimen más controversial en la historia del país.

El 24 de marzo ha sido declarado por las Naciones Unidas como el primer Día Internacional de la Verdad en honor al obispo mártir salvadoreño.

Esperando que sea el punto de partida para  la verdad real y no la aparente. Que no se trate de estrategias que alejan cada día más a Monseñor Romero de la posibilidad de ser declarado el primer santo salvadoreño.

(Aunque el pueblo de Monseñor Romero lo ha declarado como su santo)

 Monseñor Romero, San Romero de América o San Romero de Los Pobres son algunos de los nombres con los que es conocido Oscar Arnulfo Romero.
Sea como sea que lo quieran llamar Romero es hoy por hoy un sacerdote con muchos seguidores en todo el mundo por su prédica en defensa de los derechos humanos de los pobres y desprotegidos de su época.
Los seguidores de Romero incluso trascienden las fronteras, ideologías políticas y religiosas, inclusive las fronteras salvadoreñas.
En varios países se estudia la teología de la liberación, promovida por el de igual manera se realizan actos conmemorativos en su honor
Como arzobispo de San Salvador, denunció en sus homilías dominicales las violaciones de los derechos humanos y manifestó públicamente su solidaridad hacia las víctimas de la violencia política, durante los gobiernos militares de El Salvador.
Llegando a afirmar que "La misión de la Iglesia es identificarse con los pobres, así la Iglesia encuentra su salvación." (Monseñor Romero: 11 de noviembre de 1977)
Un día antes de su muerte, hizo un enérgico llamamiento a los ejércitos salvadoreños (Con el que seguramente sentencio su muerte física para renacer tal como él lo afirmaba en el pueblo)

“Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército. Y en concreto, a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles... Hermanos, son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: "No matar".
Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios. Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla. Ya es tiempo de que recuperen su conciencia, y que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado.
La Iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la Ley de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación.
Queremos que el gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión.” Monseñor Arnulfo Romero

El día siguiente, lunes 24 de marzo de 1980, Monseñor Romero fue asesinado cuando oficiaba una misa en la Capilla del hospital de La Divina Providencia en la colonia Mira monte de San Salvador.
Un disparo hecho por un francotirador impactó en su corazón, momentos antes de la Sagrada Consagración.
Al ser asesinado, tenía 62 años de edad. Sus restos mortales descansan en la actualidad en la cripta de la Catedral Metropolitana de San Salvador.


FRASES DE MONSEÑOR ROMERO

1.     La palabra queda y ése es el gran consuelo del que predica.
2.  Mi voz desaparecerá pero mi palabra, que es Cristo, quedará en los corazones que lo hayan querido recoger.
3. Y si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño.

4. La religión no consiste en mucho rezar. La religión consiste en esa garantía de tener a mi Dios cerca de mí porque les hago el bien a mis hermanos.
5. No se puede cosechar lo que no se 
siembra. ¿Cómo vamos a cosechar amor en nuestra República, si sólo sembramos odio?
6. No sólo el predicador enseña, el predicador aprende. Ustedes me enseñan. La atención de ustedes es para mí también 
inspiración del Espíritu Santo. El rechazo de ustedes sería para mí también rechazo de Dios
7. El destino del hombre no es tener 
mucho dinero, tener mucho poder, ser muy vistoso, sino saber cumplir la voluntad de Dios
8. Jamás me he creído liderar de ningún pueblo, porque no hay más que un líder: Cristo Jesús. Jesús es la fuente de la esperanza. En Jesús se apoya lo que predico. En Jesús está la verdad de lo que estoy diciendo.
9. No se puede cosechar lo que no se siembra. ¿Cómo vamos a cosechar amor en nuestra República, si sólo sembramos odio?
10, toda persona que lucha por la justicia, que busca reivindicaciones justas en un ambiente injusto, está trabajando por el Reino de Dios”.

Muchas de las  reiniciaciones sociales que por las que san romero abogaba, aun siguen vigentes, y es tarea de nosotros (su pueblo) continuar su lucha en defensa y en pro de los más necesitados de este país.
Estudiar, difundir, su pensamiento así como  enorgullecernos  de su legado de amor  y poner en práctica sus enseñanzas y valores  debe de convertirse para nosotros su pueblo en el mayor tributo  su memoria.

San Salvador 24 de Marzo 2012

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