BENEFICIOS FISIOLÓGICOS DE CORRER
A afortunadamente hoy en día salir a correr se está volviendo muy popular en el país cada día se pueden acervar numerosos grupos de personas corriendo (principalmente en las calles de San Salvador, Antiguo Cuscatlán, San Tecla y sus alrededores).
Posiblemente sin tener claro los beneficios del correr están saliendo a correr (No puedo dejar de mencionar que las condiciones del país lo permiten, tal es el caso de la avenida Jerusalén y sus alrededores. Por el motivo que lo haga la verdad no importa pero lo que sí que importa es que saliendo a correr se mejora la salud y se frena el clima de violencia que sangra a nuestro el salvador.
Ya en otra ocasión he tratado el tema “LOS BENEFICIOS DE CORRER” en mi blog, pero en esta ocasión abordare brevemente los “PRINCIPALES BENEFICIOS FISIOLÓGICOS DE SALIR HA CORRER” para que aquellos amantes del atletismos tengan una mejor idea de que es lo que le pasa a nuestro organismo cuando salimos a correr.
Por:
Lic. MARIO ALEXIS AYALA P.
Sistema Circulatorio Central
El VMC (volumen minuto cardíaco) es el índice más importante de
la función cardíaca y corresponde a la cantidad de sangre que el corazón
impulsa a las arterias en un minuto.
En
reposo es de 5 a 6 litros y se distribuye de la siguiente manera: el 4% para el
corazón, el 15% para el sistema nervioso, el 20% para el territorio visceral.
Durante ejercicios intensos los músculos reciben del 80 al 90% del
flujo sanguíneo total.
El VMC aumenta de 5 a 20 o 25 litros, y puede llegar, en el atleta, a 30 o 40
litros.
Durante
la actividad física las arteriolas aumentan rápidamente su volumen por
vaso dilatación, la cual se acompaña de un aumento en la presión
arterial y del volumen sistólico.
El
aumento de la presión arterial se instala rápidamente al empezar el ejercicio y
provee al músculo de gran cantidad de oxígeno. Esto quiere decir que la deuda
de oxígeno que se observa al iniciar el trabajo físico no se debe a causas
circulatorias, si no al metabolismo (anaeróbico) que realiza el músculo al
comienzo de la actividad; en el curso de ésta, el aumento de la provisión de
oxígeno está dado por la mayor absorción a nivel pulmonar y la mayor velocidad
de transporte circulatorio. Todo esto es de gran importancia para el
rendimiento deportivo, sobre todo ara las actividades que implican un gran
compromiso aeróbico.
Desde
hace tiempo se sabe que el entrenamiento produce mayor capitalización, tanto en
los músculos como en el miocardio y pulmones, además de la vaso dilatación ya
mencionada.
Estos
procesos aumentan la absorción de oxígeno a nivel pulmonar y su distribución a
nivel muscular; la vaso dilatación determina una disminución de la resistencia
periférica y eso hace más económico el trabajo del corazón.
Respuesta
cardíaca a la actividad física. Corazón de atleta:
Las adaptaciones cardiacas son consecuencias de una hipertrofia de las paredes
del miocardio en especial la de los ventrículos, y son más frecuentes en los
atletas que efectúan actividades de resistencia prolongada.
Esta
hipertrofia del miocardio trae como consecuencia aumento del volumen sistólico
y ha sido llamado corazón de atleta.
En
el reposo, el corazón de atleta está braricárdico, pero en el esfuerzo intenso
su frecuencia aumenta rápidamente que en el sujeto sedentario y llegar más
rápido a la fase estable, que es siempre menor para la misma actividad física
que en el sedentario.
El
corazón de atleta está bien irrigado, con un desarrollo importante de los
capilares del miocardio.
Si
el atleta abandona la práctica deportiva, con sus intensos entrenamientos, el
volumen del miocardio se reduce igual que la musculatura del esqueleto que
pierde su hipertrofia.
Frecuencia
y amplitud respiratoria:
(Aparato
respiratorio)
El
VMR (volumen mínimo respiratorio) es la cantidad de aire que entra y sale del
aparato respiratorio; es el producto de la frecuencia respiratoria por el
volumen corriente.
En
una atleta entrenado, el VMR aumenta extraordinariamente durante las
actividades exhaustivas pues se aumenta tanto la frecuencia como el volumen
corriente, por la taquipnea (aumento de la frecuencia respiratoria por encima
de los valores normales de reposo) y la hiperones (aumento de la amplitud
respiratoria).
Efecto
de la actividad física sobre el aparato respiratorio:
La actividad física determina sobre el aparato respiratorio un incremento en su
frecuencia y amplitud (polipnea e hiperpnea); este aumento ocurre rápidamente
una vez comenzada la actividad y a veces antes de iniciarla.
Las
causas del incremento de la función respiratoria durante la actividad física
parecerían ser varias: una podría ser de origen nervioso, hiperventilación
refleja, como respuesta a los estímulos de quimiorreceptores y de los mecano
receptores musculares, y también una hiperventilación programada en los centros
nerviosos que comandan la respiración.
Tanto la frecuencia como la amplitud respiratoria sufren variaciones para
suplir la gran demanda de oxígeno durante la actividad física.
Cuando
la demanda queda satisfecha, el individuo se encuentra en una etapa
compensatoria, denominada fase estable, durante la cual se produce un
equilibrio entre la absorción y el consumo de oxígeno.
Si
el trabajo físico aumenta en intensidad, puede llegar un momento en que las
adaptaciones respiratorias no alcancen para satisfacer las necesidades,
denominada fase insuficiente del proceso que genera deuda de oxígeno y es la
causa por la cual el individuo debe realizar metabolismo anaeróbico y se
produce intensa disnea.
Respuesta
respiratoria al entrenamiento:
Por el entrenamiento deportivo se producen modificaciones en el funcionamiento
del aparato respiratorio, como aumento de la expansión torácica que conlleva la
amplitud respiratoria, como así un incremento de la frecuencia de la
respiración.
Segundo
aliento:
Son
adaptaciones fisiológicas que pueden suceder en cualquier momento de un trabajo
intenso; en el comienzo de estas puede sentirse incomodidad de distinto tipo:
mareos, respiración rápida e irregular, taquicardia arrítmica, opresión
torácica, pulsaciones en el cráneo, fatiga y dolor muscular, sobre todo en los
miembros inferiores, sin embargo el síntoma predominante es la disnea o
sensación de falta de aire.
El
individuo resiste el mal momento y continúa la actividad comienza a sentirse
mejor, y el aparato respiratorio y el circulatorio empiezan a trabajar
más regularmente apareciendo una transpiración profusa que regula la
temperatura y determina una alivio.
Se cree que los malestares previos se deben a un reflejo originado por el
intenso estímulo de los centros respiratorios por la acumulación de los
metabolitos celulares en los músculos activos y en la sangre como consecuencia
del incompleto transporte de oxígeno. El alivio posterior podría deberse a una
mejoría del transporte por el incremento del VMR y VMC y el vaso dilatación
activa muscular.
Glóbulos
rojos. Efectos:
(La
Sangre)
Durante los primeros momentos del ejercicio y a
veces en el censo de su realización hay un aumento relativo del número de
eritrocitos, hecho que obedece a una simple hemoconcentración por el pasaje de
líquidos de la sangre hasta los tejidos. Si el ejercicio se prolonga y además
después del ejercicio el líquido vuelve a la sangre, sobre todo cuando el
individuo toma agua para satisfacer su sed, y el recuento globular retorna a
sus cifras normales.
Un esfuerzo agotador o sesiones de entrenamiento intensas y frecuentes pueden
causar pérdidas de glóbulos rojos por el incremento de la velocidad de la
sangre y por la compresión que los músculos ejercen sobre los capilares, por
donde transcurren los eritrocitos.
Leucocitos
(defensa):
Un ejemplo de cierta intensidad da lugar a un número del tipo de leucocitos. La
causa de este aumento es que gran número de ellos están adosados a las paredes
vasculares durante el reposo y el incremento de la velocidad y del volumen
sanguíneo durante el ejercicio arrastra a ellos desde las paredes vasculares
hacia el torrente circulatorio.
Plaquetas
(coagulación):
El
ejercicio físico origina un aumento de la coagulación sanguínea, acompañada
siempre de cierta actividad fibrinolítica.
Plasma:
Constituido
90% de agua, glucosa, electrolitos, grasas, proteínas, ácido láctico, hormonas,
etc.
Glucemia:
La
cantidad normal de glucosa en la sangre es la consecuencia del equilibrio entre
la proporción de glucosa que entra en ella y que sale para ser utilizada por
los tejidos.
En
los ejercicios intensos y prolongados al producirse hipoglucemia por el consumo
aumentado en los tejidos, las hormonas suprarrenales estimulan la liberación de
glucosa proveniente del glucógeno que el hígado mantiene en reserva.
Utilización
metabólica durante el ejercicio:
Si se aumenta la intensidad del ejercicio, sobre todo los de corta duración, el
principal combustible utilizado es el proveniente de los hidratos de carbono.
A medida que disminuye la intensidad y aumenta la duración del ejercicio, la
fuente más importante de combustible, son las grasas.
Es importante en los entrenamientos para ejercicios de resistencia que la dieta
provea la cantidad suficiente de hidratos de carbono para mantener la glucemia
en sus límites normales, la reserva de glucógeno en el hígado, que se vuelca a
la sangre si el nivel de glucemia disminuye como sucede cuando la glucosa se
consume durante el ejercicio.
NOTA: No me cabe la menor duda que si dejo este ensayo hasta aquí
estará incompleto para muchos “en tendidos” pero el propósito de este va
dirigido para el creciente número de personas promedio que salen a correr “no
para los entendidos para nosotros están las enciclopedias de Fisiología para
que nos demos gustos estudiando no este tipo de breve ensayo” tan elemental
Sugerencias y comentarios sobre este o cualquier escrito favor
envíamelas a las siguientes direcciones electrónicas.
San Salvador
12 de noviembre de 2011
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